Se le veía como una persona
amable, bondadosa, alguien en quien poder confiar. Que de alguien se pueda
tener esta opinión es todo un lujo en el mundo de hoy para una persona
receptora. Aunque en algunos sectores a una persona bondadosa se relacione más
bien con una persona tonta, blanda de carácter.
Prima la competición, el
tener más que el otro. Por otra parte, no siendo una actitud salida meramente
del campo religioso, sí que es importante señalar que no se entiende una
religión que no impulse la bondad con los demás, porque si la religión tiene
hoy un sentido es el de sacar fuera la fuerza interior de cada ser humano para
ser bondadoso con la humanidad.
Es la fuerza que tenía y que
sigue teniendo la persona de la que hablamos como cualquiera de nosotros, que "queremos llegar a la mejor posibilidad de nosotros mismos", esforzándonos en sacar
lo mejor de cada uno y ayudar a sacarlo también de otras personas.
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