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miércoles, 13 de febrero de 2019
miércoles, 3 de enero de 2018
El faro
Estoy solo. Hace
tiempo que no hablo con nadie. De tarde
en tarde, hablo en alto alguna vez. En
las esquinas del mundo me pusieron para que nadie tropezara con otro o con el
acantilado. Ahora lo hacen desde el bolsillo de su cazadora localizando
direcciones y puntos de llegada. Solo las olas me recuerdan las canciones de
los muchachos que por aquí venían hablando, pues con el viento son las únicas
que escucho. Solo, sí, pero no en arena movediza. Solo, pero alto y
enhiesto, los ciclones conmigo no
pueden. Y a mis pies sigue el mar, con sus olas que van y vienen, hablando,
pues con el viento son las únicas que escucho. Olas azules, verdes… en un mar
siempre abierto. Y de vez en cuando, del vértigo del agua de pronto salta una gaviota blanca.
Sí. Estoy solo,
pero contento.
domingo, 17 de diciembre de 2017
Cuzando mares
Si algún golpe de suerte, a
contrapelo,
a contrasol, a contraluz, a
contravida,
te torna pájaro que quiebra
el vuelo
y te revuelca con el ala
herida...
Y hay tanto viento para andar
las ramas.
Tanto celeste para echarse
encima.
Y pese a todo, vuelve la
mañana.
Y está el amor que su milagro
arrima.
Por qué caerse y entregar las
alas.
Por qué rendirse y manotear
las ruinas.
Si es el dolor, al fin, quien
nos iguala.
Y la esperanza, quien nos
ilumina.
Si hay un golpe de suerte, a
contrapelo,
a contrasol, a contraluz, a
contravida.
Abrí los ojos y tragate el
cielo.
Sentite fuerte y empujá hacia
arriba.
Héctor Negro - Cesar Isella
jueves, 5 de octubre de 2017
Ser feliz
Fede suele recriminarse con frecuencia su torpeza. Y casi siempre se
echa a si mismo las culpas de lo que le pasa. Por eso me extrañó mucho cuando
me dijo que se estaba entrenando para ser feliz.
-
¿Cómo es eso?
-
Sí. Es igual a cuando te decides
por mantenerte en forma, y coges el hábito de “todos los días al levantarme voy
a correr media hora”.
-
Pero la felicidad no es un hábito.
Es algo más de dentro de uno que va surgiendo, por ejemplo, en momentos que
tienes que tomar posturas ante la vida,
-
Sí, pero para mí es importante
tenerlo como un objetivo a alcanzar
-
¿Cómo un objetivo? No te entiendo.
-
Lo que quiero decirte es que como
ya estoy harto de criticarme mis torpezas, pues ahora, he reflexionado sobre
mis errores, y ya está bien; tengo que ser capaz de hacer otra vida para mí y
mi objetivo será el ser feliz, el estar a gusto y no pasarme el rato
lamentándome.
-
Bueno, sí. Me parece una idea
fantástica. Tener siempre como meta una cosa, en tu caso el ser feliz. Pero ¿es
lo único? ¿a costa de los demás, que también queremos ser felices?
-
¡Que no, tío! ¿Tú no sabes que las
personas podemos cambiar? Sí, sé que hay momentos duros en la vida, pero no
quiero dejarme derrotar por los que puedan venir. Deberías estar más contento
pues quiero cambiar de estilo.
No, me parece genial que cambies de postura. Asumir
las cosas como vengan, no culpar a nadie etc. son cosas estupendas que me
alegro si te salen de dentro. Conformarse con el sufrimiento, asumirlo,
rebelarse, negarlo, justificarlo, culpar a alguien, culparse uno mismo..., así
no resolvemos los problemas. Es cojonudo hayas decidido este camino. Y te lo
voy a recordar, cuando pongas la marcha atrás.
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