Mostrando entradas con la etiqueta ilusión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ilusión. Mostrar todas las entradas

miércoles, 8 de enero de 2020

Esas pequeñas grandes ilusiones cotidianas

Estar ilusionados es un componente fundamental en la vida de las personas. También en el trabajo. Ya hemos escuchado muchas veces que gustarle a uno el trabajo que hace significa mayor rentabilidad personal y mayor productividad para la empresa. Aunque no está el monte hoy como para que cada uno trabaje en lo que le guste.

Ilusión es lo que lleva todos los domingos a millones de aficionados a los campos de fútbol. Desconcierto, pocas ganas es lo que se ve en muchas caras a la salida de los estadios cuando ha acabado el partido y su equipo no ha ganado.

Animamos a nuestro equipo, a nuestros favoritos, pero cuando no ganan, cuando pasa el tiempo y los resultados son adversos pitamos, gritamos, nos enfadamos. Algo así pasa en la vida de las personas. ¿Con quién nos enfadamos y a quien le pitamos cuando algo de ilusión falte en nuestras vidas? Más que protestar lo que tendríamos que hacer es analizar los motivos, y poner manos a la obra para reconstruir las motivaciones que nos ayuden a seguir avanzando, al menos a nivel personal, aunque las circunstancias objetivas nos sean adversas. Porque estar ilusionados es algo fundamental en la vida de cada persona, es ese estado mental que nos ayuda a luchar por algo en la vida de cada día.

Como el niño pequeño que abre los sobres de cromos, o que destapa cualquier paquetito sorpresa, así deberíamos estar en la vida. Pero, caray, sí, ya sé que es difícil, al menos no es nada sencillo. Hay que revisarse continuamente, y fortalecer la esperanza para ser y vivir como apasionado. Aunque cuando vayamos creciendo, y nos encontremos con mil y una dificultades, nos resulte difícil o menos sencillo. Pero la ilusión no la podemos perder. Aunque nos defrauden cosas o personas a nuestro alrededor. Siempre habrá un pequeño detalle de alguien que nos sorprenda y nos entusiasme. Brindemos hoy por vivir ilusionados.


viernes, 31 de mayo de 2019

Alcalde nuevo


En los variados programas de radio emitidos con motivo de las pasadas elecciones escuché como hablaban de un concejal amigo atribuyéndole  el calificativo de díscolo.

En efecto, yo también creo que lo es, en cuanto no suele estar de acuerdo con los proyectos que se promueven, beneficiando al que mas tiene.

Traducido al “cristiano”, se podría decir que lo que Ramón -candidato a la alcaldía de mi ciudad- lo que busca es aquello del pan partido y repartido, que no es otra cosa que un mundo en el que tomemos en serio la dignidad humana, la igualdad equitativa, y la libertad para vivir dando vida en abundancia.

Pasadas las elecciones y elegido como alcalde, somos muchos los que esperamos la calma y agilidad suficiente como para comprender qué es lo que más nos conviene a esta ciudad.

Cruzo los dedos.




martes, 5 de febrero de 2019

El Palmeral en el parque Juan Pablo II


Lo primero fue el agua. Eso fue lo que hizo el grupo cuando llegó al parque Juan Pablo: ir a donde el agua.

Peces y patos bailaban dejándose llevar por el aire. Y a la mente nos vino cuándo de pequeños nos revolcábamos en el agua y la tierra convertida en fango.

Aviones que sobrevolaban, flores plantas y racimos alrededor del estanque. Paseando por el parque vimos a aquellos niños que corrían en favor de una sociedad en paz y que así no cortan el fuego que siempre arde dentro de nosotros, primero por nuestros hijos, más tarde por nuestros nietos y siempre por el mundo mundial.

Era como ensanchar nuestro corazón para recordar que en lo que hoy parece una selva de silencio, por las aparentes cenizas de las palabras que hoy salen de nuestras bocas, en un tiempo daban luz a los que estaban a nuestro lado y con ella vamos a seguir alumbrando todas las noches que nos quedan en la tierra. Nadie más tiene por qué hacernos callar y nadie tiene razones para ello.

Con ese espíritu volvemos a la residencia, unos cojeando, otros apoyados en Pablo, Aday y Christian. Y, ya de vuelta, reunidos en el salón de El Palmeral, queremos confesarles que a pesar de ser mayores -a pesar de ser viejos dirían algunos-, hoy queremos cantar que nuestro corazón sigue teniendo ganas de amar y en nuestro cuerpo otro montón de ganas... de bailar y de dejarnos llevar por la música, cosa a la que con Mari Carmen recordamos, tales como aquellos ojos bonitos que tú tienes mientras cantamos malagueña salerosa.

Pues es cierto que… toda una vida estaremos contigo,
no me importa en qué forma,
ni cómo, ni dónde,
pero junto a ti”.



domingo, 6 de enero de 2019

Tres magos


Ellos saben que en esta ciudad se les tiene mucho cariño. Cuando bajan del barco que les trae, los aplausos, gritos y vítores se mezclan con los nervios que, sobre todo los niños, manifiestan. Nervios que se pone más en evidencia cuando los visitantes recorren en pasillo el espacio que separa el mar de la playa, tras la que miles de chiquitines aguantan junto a sus papás. Sus brazos se extienden para dar la mano a los tres hombres que caminan junto a su séquito de pajes. Uno de los niños, el pequeño Samuel, de cuatro años, le regala una chupa a uno de los visitantes el cual riéndose se la pone en la boca. Son innumerables los niños que, sobre, en mano se presentan ante los ilustres visitantes para entregarles una carta, donde ponen de manifiesto su deseos.




Sí, son los Reyes Magos. Más magos que reyes. Decimos que eran reyes pero nos olvidamos que eran magos, conducidos por una estrella.

Kahlil Gibran decía: “Cuando miras el cielo y fijas una estrella, si sientes escalofríos bajo la piel, no te abrigues, no busques calor, no es frío, es solo amor”.

Miremos por las noches más allá de las nubes y clavamos estrellas en el cielo sin sentir temblores en el cuerpo. No nos pongamos el abrigo de colores, ni busquemos calentar nuestros sentidos, porque desde que veamos una Estrella en oriente, el frío se convierte en amores.

Y no vienen ni han ido a ningún sitio a buscar nada, sino a dar. Es la única lectura que desde hace 20 siglos podemos hacer de ellos.

Porque entre otras cosas ya es hora de comprender que dando se recibe. Ese es el verdadero espíritu de los Magos: enseñan a compartir y dar nuestras energías. Porque la energía que se da siempre viene de vuelta.

Su energía -y mayor será si son pequeños- se devolverá. Ojalá este bendito mundo sea capaz de ponerse en situación de dar y, entre otras cosas, se erradique la pobreza en todos los sentidos.

Para acabar: esta fiesta también puede ser interpretada como una fiesta intercultural: la llamada a vivir en tolerancia entre las distintas culturas. El extranjero es alguien distinto que nos puede ayudar a ver las cosas de otra forma. Y su visión siempre nos enriquece.

Cada uno de nosotros podemos ser un Papa Noel, un Ángel, un Rey Mago, un Salvador, como un milagro para quien lo necesite, solo con que nos lo propongamos y pongamos esfuerzo en conseguirlo. Todo lo llevamos dentro y sólo es cuestión de actuar.

Buscamos el cielo afuera y es dentro donde puede estar.