Cada vez hay más cosas en el mundo que uno no llega a entender. Incluso cosas que podríamos llamar “de sentido común” y otras tantas que necesitan ser razonadas. Una pregunta, por cierto, muy frecuente entre nosotros hoy es ¿“por que”?... y en la escuela deberían enseñarnos tanto a hacerla como a cómo responder. No cabe duda que, si hacemos las cosas entendiéndolas, nos quedaremos más a gusto que si no las comprendemos.
Pues si igual que en la vida
nos encontramos con necesidades que nos cuestan dinero, -y en la escuela, desde
pequeños, nos enseñan como se suma o resta con una asignatura: las matemáticas-,
también en la escuela hay otra asignatura que nos enseña a preguntarnos el por
qué de las cosas: la filosofía. Importante, repetimos. La lectura atenta de las
aportaciones de los grandes pensadores, tanto clásicos como contemporáneos,
ayuda a vivir mejor, pues mejora nuestra comprensión sobre el mundo que nos
envuelve, sobre distintos problemas que se nos plantean y sobre nosotros mismos.
¿Ejemplos de todo ello? Montones de ellos. Los iremos viendo.
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