El mundo sería un buen lugar para vivir si mi vecino cuando me nos encontramos en la escalera no pusieras cara de enfadado porque voy lento. A él parece no importarle que sea a que sea algo medico. El mundo sería buen lugar para vivir si el hijo de la vecina, la del tercero, fuese capaz cuando, bajando a la carrera las escaleras, levantara siquiera la mano y saludara.
El mundo sería un buen lugar para vivir si cuando, por cualquier motivo más o menos grave, uno visita a su médico de cabecera y le da la sensación de que le prestan un poquito de atención, en lugar de pasar los breves minutos como quien despacha con un sello de registro un papel en una oficina.
El mundo sería un poco mejor si en muchas de las residencias de la tercera edad los residentes tuvieran la sensación de estar atendidos y considerados como el sentido común indica. Estas cosas no se las puede contar uno a cualquiera que no conozcamos. Se creerán que estamos locos o pedimos demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario