domingo, 26 de febrero de 2017

¡Fuera Rutinas!

         Con ganas de dejar la rutina de cada día hizo las maletas y se fue de su ciudad. Y en esta nueva etapa descubrió a su mejor amiga: ella misma. No se sentía una persona solitaria. Conversaba y reía con sus compañeros de trabajo, aunque, para salir de fiesta, no quedara con nadie especial. Comía casi siempre en casa y adquirió una costumbre que se hizo en ella un hábito: después de la cena se sentaba a conversar a diario con su libreta. Y así fue experimentando que, de aquel cielo gris y engarrotado, iba desapareciendo las turbias nubes que tapaban el cielo azul. 
       Hoy, al verse más fuerte por dentro, y habiendo superado lo que ayer le causaba lágrimas, ha vuelto a recuperar la calma en su rostro y sus lágrimas en silencio se han ido convirtiendo en amplias sonrisas.


2 comentarios:

  1. Sencillo y directo. Así se hace, superarse y quererse.

    ResponderEliminar
  2. Así es, una manera de queremos a nosotros mismos k hemos hablado

    ResponderEliminar