Desde los que llegaron hace poco a los que han regresado de nuevo, no aparecen brotes de muerte ni disparos de baleo ni efluvios de amor y sexo.
No se les se ve apesadumbrados por el pasado ni preocupados por el futuro. La familia colombiana se vertebra en torno del futuro y poco importa cambiar algo si la familia se sitúa en el realismo. Dijimos no a esto y si a aquello. ¿Desde ahora hagámonos famosos por nuestro realismo haciendo sentir sus efectos?
El ritmo que ha seguido Alexandra desde que se situó en este país ha seguido estas coordenadas. Desde mandadera hasta auxiliar
Ha corrido sin parar. Le han tirado hasta piedras en el riñón para pararla. Pero en ese corre que corre, siempre para delante sin mirar para atrás, sabe que en la carrera no está sola. Ahí, rondándola, se ve a Margarita que no para, suelta una cosa sin terminar para coger otra. Pero Alexandra tranquila. Coge el camino recto. No le gustan las curvas.
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