Sólo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado.
Donde no falta voluntad siempre hay un camino.
Los atajos causan largos retrasos.
En la duda, un hombre de bien ha de confiar en su propio juicio.
Quien no es capaz de desprenderse de un tesoro en un momento de necesidad es como un esclavo encadenado.
No todo lo que reluce es oro, ni toda la gente errante anda perdida.
El valor se encuentra en lugares poco probables.
Ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.
Es el trabajo que nunca comienza el que lleva más tiempo terminarlo.
A menudo, la esperanza nace cuando todo está desolado.
El visitante que escapó por el techo, lo pensará dos veces antes de volver a entrar por la puerta.
El que rompe algo para saber lo que es ha perdido el camino de la sabiduría.
Te advierto, si me aburres, me vengaré.
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