No era muy amigo de exposiciones. Me aburre ver incluso que la gente pasa y vuelve a pasar sin cansarse, y sale tan a gusto de allí. No era mi mejor racha y todo de parecía de más.
A pesar de mi desidia por las exposiciones, aquella me dejó pensando. Y ya en la calle y caminando despacio por el Paseo del Prado me envolvía a enredar en mi maraña de lúgubres pensamientos.
Básicamente, lo que ocurre en estos casos es que una serie de circunstancias negativas te han llevado a un estado de cabreo y frustración, y eso hace que te comportes de una manera diferente a la habitual.
Te dejas llevar por la ansiedad y la presión y, como no estás centrado, tomas decisiones precipitadas y rindes a un nivel mucho más bajo de lo que estás acostumbrado, lo cual hace que cometas más errores todavía.
¿Te ha pasado alguna vez que cuando estás en ese estado haces todo lo posible para que las cosas vuelvan a su sitio cuanto antes?
Sin embargo, si haces eso, lo único que vas a conseguir es hacer más grande el problema.
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