"A conejo ido, palos a la madriguera”… Dicho de otra forma: hay que
aprovechar las oportunidades y de poco valen los lamentos cuando pasa la
ocasión y la desaprovechamos.
Al conejo se le suele
presentar como símbolo de cobardía. ¿Quién no ha escuchado eso de “salió
corriendo como un conejo, huyó como un conejo”? Y con ello estamos hablando de la rapidez para huir de las
dificultades lo que denota, precisamente, es cobardía frente al compromiso.
Pero no todo es negativo pues
existe también la creencia popular de que el conejo duerme con los ojos abiertos,
lo cual indica sagacidad, atención y estado vigilante.
Sean cuales fueren las
interpretaciones todo ello nos viene a decir qué estar atentos, ser más
diligentes incluso atrevidos sería un buen hábito para nuestra evolución
personal.
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