Nos vamos llenando de cosas,
acciones, proyectos en la vida que nos agotan y también nos dejan como
incumplidores. Cabe hablar aquí del
"todo lo veo, todo lo quiero". Parecemos a veces un garaje donde se
aparcan limitaciones y las motivaciones.
¿No nos valdría más dos o
tres principios de vida que nos estimulen a toda hora de todo día?
¿Qué les parece éste?: Que
nunca me fallé ni me desvíe del recto camino que he aprendido. Que siempre esté
conmigo la fuerza que me levante, el amor que me humanice y la razón que me
equilibre.
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