Dicen que cuando hemos
llegado al límite de nuestras fuerzas tanto físicas como mentales hay una luz
que nos ilumina. “Dicen” porque nadie lo asegura a ciencia cierta. Solo cabe la
esperanza de que así sea.
Pocas esperanzas parecen
existir en el ambiente de cara a la posibilidad de ver horizontes nuevos, de
cara a la realización del derecho de toda persona a vivir con un trabajo que le
permita llegar a su casa con un pan bajo el brazo. Es una de las consecuencias
más importantes de cada crisis: la desesperanza. De todas las crisis, las pasadas y las futuras.
"A las próximas
generaciones podríamos dejarles demasiadas ruinas, desierto y basura. Dado que
el estilo de vida actual es insostenible solo puede terminar en una
catástrofe".
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