martes, 12 de febrero de 2019

Diferencias

Nos quejamos del servicio de urgencias en la salud pública. Horas y horas esperando en una camilla en un pasillo. Y ello por poner un solo ejemplo de algo con lo que no estamos contentos. ¿Y qué pasaría si nos trasladamos alguno o casi todos los países africanos? No hace falta investigar mucho para saber qué no hay recursos para mantener una educación universal y mucho menos un sistema de salud. Por eso, en muchos de ellos funciona lo que llaman “user fees”, unas tasas que las familias pagan por la educación de sus hijos; lo cual solo podrán abonar las pocas familias con dinero que, a su vez, irá a parar a fondos privados. Una sequía, una epidemia, un brote de violencia acabará enseguida con las posibilidades, sobre todo las de las niñas, que son las primeras que abandonan la escuela para trabajar en el campo o cuidar de otras niñas y niñas. Y son las primeras en no  ir al médico o comprar las medicinas que este les manda.

Como en otros países, incluso los desarrollados, las diferencias sociales se agrandan de todas formas. Un niño de familia rica puede pasar el doble de la escuela en comparación con una niña de familia pobre.

Todo ello, como sabemos, se podría evitar. Así lo han hecho países cómo Ghana o Etiopía, que han implantado la educación universal. Recursos haberlos hay, pero siguen cada vez concentrándose en menos manos. Tal es así que el informe de Oxfam apunta que el número de milmillonarios crece al ritmo de uno cada dos días, mientras la riqueza de los pobres cayó el 11%.

P.D./ Uno de los hombres más ricos del mundo es Jeff Bezoa,  el dueño de Amazon,  gasta su fortuna en hacer viajes al espacio porque no sabe qué hacer con tanto dinero.


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