Hay expresiones, maneras de
explicarnos que sin darnos cuenta están haciendo notar nuestras opciones de
vida.
Así por ejemplo, la expresión
“Poco a opco” - A quien la escucha le sugiere, antes que nada, que no tienes
muchas ganas, que no pondrás toda la carne en el asador. Y tú mismo, al
expresarte así, estás admitiendo en tu interior
que no es algo que te comprometa.
Otra, “Necesito” - Aquí ya
parece que uno se adentra más en la acción a realizar. Quiero llegar a donde se
me indica pero, no me sé el camino. Estás diciendo que no tienes algo concreto
para accionar. Así y todo no nos hemos mojado.
¿Y si en lugar de decir “Necesito
mejorar”, “necesito un martillo” ... dijeras “quiero mejorar", "vengo
enseguida, que voy a buscar un martillo”, mucho más pronto gozaríamos del
beneficio que nos trae el cambio
Otra actitud es “Lo intentaré”
- Lo que se necesita es gente que lo haga hoy y lo presente a todos. Con nuestra
mente no se negocia.
“En lucha” - Una afirmación
que deja en tu subconsciente la sensación de actividad, cambio realizado, mejor
acción.
“Etcétra…” - Las palabras no
son una boina que nos ponemos para que no nos de el sol. Hay que prestar
atención a las palabras.
Una palabra es un pensamiento
hablado. Piensa pues antes de hablar... piensa. Y la triste realidad es que
cuando escuchamos el vocablo de la mayoría de la gente te topas con la escasez.
Y recordémoslo, Esto que aquí planteamos no es el descubrimiento de un
psicólogo moderno. La idea, traducida en acciones, aparece ya recogida por la
sabiduría antigua: “De la abundancia del corazón habla la boca”.
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