No escribo como hablo, no
hablo como pienso, ¿no pienso como debería pensar? ¿Quién no ha leído algo de
su autor, Kafka? Sabía unir sus difíciles trabajo y artículos que le enviaban a
hacer con el hombre sensible y atormentado por el amor. "Hay días como el
de hoy en los qué tiemblo esperando tu carta con una expectación insoportable”.
Viviendo todas las
preocupaciones de un hombre autoalimentando su ansiedad, tuvo el coraje
describir en apenas cuarenta años unas urgencias, en forma de cartas, más de
600 páginas y obras de referencia que han marcado desde su muerte 1924 los
gustos y tendencias literarias en todos los confines del mundo. Títulos su reflexión:
“Metamorfosis”, “El proceso”, “El Castillo” o la estremecedora “Carta al
padre”. Escritor capaz de abordar su insomnio y su aversión a la forma de vida
en pareja.
Incapaz de entender que el
amor lleva consigo vivir juntos, compartiéndolo todo casi que prefería vivir en
una isla que fuera silencio amordazado. No por eso estaría solo, pues están con
él los que lloran de rabia y se tragan el tiempo en carne viva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario