El teniente de alcalde de
barrio, que es maestro de escuela, recuerda a la gente que también un hombre
puede ser feminista; que ser feminista es cosa de hombres y de mujeres. Da
igual el orden en que quieras poner los géneros.
Ser feminista no puede ser cosa
solo de mujeres porque es algo que atañe a la igualdad entre las personas. Hay
que eliminar la presión que sufren -que han sufrido y siguen sufriendo- la falsa
protección y el sexismo que llevan padeciendo históricamente a lo largo de los
siglos.
-Entonces -dijo uno de los
líderes del movimiento asociativo-, los hombres de nuestra asociación que somos
mayoría en el pueblo, podríamos liderar un movimiento feminista dado que
actualmente no existen representación alguna.
-Eso ya es harina de otro
costal -manifestó el representante comunitario-, porque nosotros tenemos que
tener un papel secundario en una lucha que jamás debemos dejar comprender sobre
todo porque no la hemos vivido en nuestra propia carne. Debemos dejar de
comprender meramente y dar paso a que sean ellas, de una vez, protagonistas.
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