Auxiliar de la tercera edad trabajando en un centro residencial con personas que llevan consigo algún que otro problema de salud. Habitualmente se encarga de la distribución de medicamentos durante el desayuno, así como a atender la recepción hasta la hora oficial de apertura, más un sinfín de cosas extras que de algún lado que siempre surgen cuando se trabaja con personas…
Su cara siempre sonriente expresa acogida, servicio disponibilidad y empatía.
Esta mañana a primera hora estaba en recepción, atendía a los que llegaban por la puerta principal, así como a los avisos e indicaciones que el ordenador de la centralita le transfiere. Pero su cara frente a la máquina para mí no era de la Mari que yo conozco. Desde la puerta de la residencia su rostro parecía fruncido. Al acercarme a ella mi sorpresa fue aumentando. Vi como cada 3 por 3 en una esquina de la pantalla surgían unas fotos. Sonriente. Me dice: estas fotos me recuerdan qué debo humanizar el ordenador y que se note el mismo espíritu de servicio quiero buscar aquí como en la realidad. También aquí estoy para acoger y servir.
De gran persona grandes palabras.
ResponderEliminarY lo mejor: Siente lo que dice!!!
Grande, Mari!!!!