El primer día de la
universidad llegó a casa llorando. Han sido unos meses duros para la hija de la
recién nombrada Ministra de Educación. El nombramiento de su madre para un
cargo que tiene una gran influencia en la universidad ha coincidido además con una
serie de cambios en su vida personal.
Se acababa de independizar y
había encontrado un trabajo, de tres días a la semana, en una discreta
residencia de mayores, una buena noticia. Pero, en cuanto la noticia del
nombramiento de su madre para un puesto en el gobierno se extendió
inevitablemente, no pasaba un día en el que alguien no le reprochara alguna
decisión en su cargo oficial. Difícil posición la suya.
Hay gente que ni sabe
respetar la intimidad de las personas, ni distinguir la responsabilidad de cada
cual.
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