Se marcho sin que yo le
reconociera el sabor de sus comidas y ella supiera la importancia que para mí
han tenido sus sabios consejos. Se fue y no le dije una cosa qué ha influido en
mi vida y que a ella le hubiera gustado saberlo, cuáles han sido sus sabios
consejos.
No puedo volver al pasado. Ya ha pasado y no
puedo hacer nada por cambiarlo. Y el futuro es incierto. ¿Dónde estará ahora mi
abuela? ¿Es cierto como, dicen algunos,
que volveremos a encontrarnos? No lo sé.
Me he quedado un rato en
silencio. He intentado escuchar con su voz algunos de los consejos que
sabiamente me ha dado. Y este ahora es el que puedo poner en marcha.
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