Araceli: Para una madre
trabajadora, y por otra parte dedicada en tiempo y alma a sus hijos, un
esguince es una cosa fastidiada. Porque necesita tiempo para descansar.
Pero dicen y algo de razón
hay en ello que no hay mal que por bien no venga; descansa el tiempo que
necesites, pero no lo hagas obligada, sino con relax.
Aprovecha ese contacto diario,
tú y yo con la naturaleza, para sentir cantar las hojas de los árboles y ver
cómo bailan las frutas en las ramas de los árboles; contempla las nubes que
flotan dormidas en el espacio; sopla fuerte y hazlas estacionar, girar. Sí, no
hay mal que por bien no venga. Nada eres tú, nada somos los demás. Cuerpos que
flotamos nos dejamos llevar del viento y el viento es aire siempre de viaje.
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