Como todos los de mi
generación había escuchado esa palabra desde pequeño. Y además han pasado los
años y uno tampoco le ha dado importancia alguna Pero hace unos días me encontré
con un cartel, cerca de casa en la puerta del salón de actos multiculturales,
con el significativo título de "reflexión teológica sobre la Cuaresma".
Y además, siendo la conferenciante una mujer, me llamó la atención e hice lo
que pude para buscar un rato esta tarde para escucharla. No me preguntes que
haga un resumen explicando qué es la Cuaresma. Lo que sí puedo hacer es un
resumen con la idea principal que se me quedó y que me produjo un momento de
reflexión.
El tema suena a desierto.
Seguro que todos recordamos aquello de los cuarenta días de Jesús en el
desierto. Me quedo con la interpretación del desierto como espacio vivencial,
cómo hábitat.
De hecho estoy acostumbrado a
vivir a la intemperie, mis opciones de vida me han ido conduciendo a sitios
variados. Y entendí que una de las imágenes bíblicas más potentes es el Éxodo,
es decir ponte en marcha junto con otros rompiendo los moldes superficiales del
egoísmo y del individualismo.
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