No había amanecido y la noche seguía un tanto oscuras. Y digo 'un
tanto' porque tú, cómo una luna, brillabas. Hermosa y lejana, si. Pero sé que
eres una estrella y no te puedo pedir que a mi lado estés. No soy tu dueño ¿y tú
te debes a muchos? A saber a cuántos hermanos asiáticos estarás ahora
iluminando.
Hay nieve en algunos
lugares de nuestro país. Hay tormentas de agua y tierra en algunos sitios. Mas,
aunque con frío anden muchos, yo esta noche quiero verte, volar un rato contigo
y acompañarte por donde quiera que vagues.
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