Y llegado el día, cuando se
dieron cuenta que hoy, 10 de diciembre, era su cumpleaños erótico -¡69 años
tiene ya la declaración universal de los Derechos Humanos!- nombraron pequeñas
comisiones extraordinarias que pudieran certificar su renacimiento o, en su
caso, mortalidad.
Una de ellas, visitó todo el
sur de la Patagonia encontrándose con provincias como las de Río Negro y
Neuquén que permitían efectuar señalamientos sobre cuestiones relacionadas con
la autogestión individual y asociada, que repercutían favorablemente en la no
exclusión de persona alguna para acceder a un trabajo digno.
Al tiempo los agentes
destacados en Europa hicieron señales esperanzadoras de cómo solo en 2011
alrededor de millón y medio de campesinos, artesanos y trabajadores en más de
sesenta países en desarrollo se han visto beneficiados por las compras de
Comercio Justo. Detrás de este avance hay personas que han optado por una
práctica de consumo responsable con los derechos de las personas y del medio
ambiente. Esta cifra tan redonda se ha alcanzado tras más de cincuenta años de
activismo y compromiso.
Ello no impide que, asomados
al cuarto de atrás se siga viendo que ronda en los mil millones las personas
que viven en situación de pobreza y que, consiguientemente ni siquiera han
llegado a oler el jamón ibérico en los mostradores de las carnicerías al aire
libre de sus pueblos. Lugares, por tanto, donde puedes ir por la calle sin
señalar a aquel que te sigue con las manos abiertas como un vagabundo, pues
todos lo son.
Por otra parte, los agentes
aterrizados en Perú para visitar las comunidades de afrodescendientes en este
país observaron, con gran estupor, como el pensamiento socialista, al analizar
esta situación, incurrían en la misma ceguera que el liberalismo cuando reflexiona
con respecto a las diferencias culturales ya que defendían que “la igualdad
social como proyecto político ha corrido el riesgo de suprimir la libertad y,
por ende, la pluralidad, dando lugar a un poder absoluto que se declara único
en grado [...] de reducir o abolir las desigualdades sociales, sustituyendo
todas las formas diversificadas de dominio social por la igualdad de todos en
virtud de la sumisión a un poder absoluto” (Alain Touraine). Reflexión que, por
supuesto, dejaron señalada con el marcapáginas de las Naciones Unidas en la
Solidaridad. Y, como esto ya eran palabras mayores que no respondían a un
aniversario auténtico del cumplimiento de los Derechos Humanos en el mundo
dejaron el informe a medio hacer, con la esperanza de que el año próximo, al
cumplir los setenta años, la situación cambie notablemente.
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