¿Cuándo empieza la madurez?
¿Tiene un final? ¿No será igual que la felicidad: un camino que recorrer más
que una meta a alcanzar?
Siempre que llegamos a lo que
se dice “el final de Algo” (madurez biológica, psicológica, etc.) siempre –absolutamente
siempre- nos damos cuenta que aún falta camino por recorrer, cosas que
aprender, etapas por cubrir. Siempre se aprende.
Preguntas que conviene
plantearse: ¿Hemos conseguido el equilibrio afectivo? ¿somos responsables de
nuestros actos? ¿Me muevo con libertad –con esa libertad interior que no tiene
que ver con las obligaciones para con otros? ¿Estoy de acuerdo conmigo mismo?
¿Mi existencia ayuda en algo a la felicidad de los demás?...
Seguro que en la respuesta a
alguna de esas preguntas descubrimos que todavía queda trecho para alcanzar ese
equilibrio que es esencial en que consiste la plena madurez.
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