No fue tanto... Sólo unos
pasos. Solo fueron unas cuadras, unas cuantas horas, unos cuantos apretones con
las esposas, roces con la porra, menos
uno que los mira perplejo.
Días antes una fiesta típica
del barrio, unas papas arrugás, otras en garepa, y jamón que no faltara, cantos
alegres, un reconocimiento por la tarea hecha.
Antes... los ojos siempre
abiertos, analizando la realidad, planificando acciones… de vez en cuando
revisión con el grupo. Y los ojos bien
abiertos por si relámpagos u oscuridades apareciesen...
No fue tanto... pero el
barrio ahora tenía una plaza donde los niños jugar y un salón donde los mayores
reunirse para hablar de sus cosas y luego hacerlas.
Y de pronto llegó un manojo
de clavos, alguna que otra cuerda para atar, no más de cinco estacas, solo
faltaba el madero como hace miles de años. Pero vino la mordaza con agentes y
rápidos salomones….
Una paliza que no se notara
mucho, y un juez rápido de los de 24 hora y a domicilio.
Un Costado. Una Fuente.
No fue tanto…, solamente unos
minutos. No dio tiempo para llamar a los periódicos. Las nuevas tecnologías
sirven para lo uno y lo otro también. La plaza quedó vacía y las llaves del
salón se perdieron...
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