martes, 13 de noviembre de 2018

400 bombas


Ya no se enviarán las 400 bombas que España tenía preparada para Arabia Saudí. Pero solo el hecho de plantearlo por parte de un gobierno socialista es motivo de preocupación.

¿Quién garantizaba que aquellas bombas inteligente no fueran hacer diana en una indefensa población?

Solo plantearse esa posibilidad es mantener públicamente que nuestros intereses personales están por encima del derecho de otros a cosas tan importantes y fundamentales como es la mismísima vida.

Y lo que es absurdo es plantearnos que, como aún necesitamos la creación de empleo, nos viene bien esos ingresos. Mi pan, mi contrato de trabajo no puede serlo a cualquier precio. En este caso, incluso el precio de la vida y el dolor ajeno. No sería un trabajo ético el logrado con ese dinero. Hemos de ser conscientes de qué mundo estamos ayudando  a construir, como también lo es que cada país tomé conciencia de que somos una gran comunidad humana y nuestros beneficios nunca deberán ser a costa de la vida de otros.

El derecho al trabajo no se puede conseguir a costa del dolor y la muerte de otro.

Afortunadamente  las bombas no se vendieron pero ahí están.



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