lunes, 26 de noviembre de 2018

Conferencia Episcopal


No hace ni una semana (21 de noviembre en concreto) comentábamos en este blog la lentitud con la que la Iglesia católica reaccionaba al reconocimiento de los propios errores. Lo hacíamos atendiendo a las manifestaciones realizadas por el presidente saliente de la Conferencia Episcopal sobre la responsabilidad Iglesia en el encubrimiento de numerosos casos de pederastia en nuestro país.

Hoy día 27 no nos queda otra que volver a prestar atención a la nuevas manifestaciones de su portavoz y secretario general -Luis Argüello- cuando ante la prensa define las características de un buen sacerdote. No tienen desperdicio.





“Enteramente varones…, por tanto heterosexuales”. Ya lo saben Un homosexual no es enteramente varón. Por las mismas, una lesbiana no es enteramente mujer. Ambos, él y ella, son ¿minusválidos vitales? ¿minusválidos sexuales?... ¿minusválidos qué?

Me da que la Conferencia episcopal sigue perdida en el marasmo conceptual del que viene dando muestras una y otra vez, pero, como dice una frase prestada de su repertorio, “en su pecado llevarán su penitencia”.

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