Era un grupo de
trece. Objetivo: celebrar la Navidad. Nada mejor que salir de la rutina
habitual. Así que a coger aire en la cara y montarse en la guagua.
Destino: Belén de arena en la playa Las
Canteras. Con gorro navideño y sin parar de cantar mientras el chófer conducía
la guagua que nos llevaba a nuestro destino.
Tres eran los
reyes, tres nos acompañaban: Magnolia,
María del Mar y Amalia.
Salir del
ambiente de cada día. Recordar algunos de los significados navideños. Hacerlo
en medio de la gentes que vive en la calle.
En la Villa de
Teguise celebraban este tiempo jugando al teje y la pelota, nos cuenta Carmen.
Mientras nosotros nos bajábamos de la guagua haciendo grupo, pues los mayores no somos individuos
separados de la sociedad y una forma de celebrar la Navidad es que se den
cuenta que existimos. Y que si hoy a ellos se les ocurre hacer un Belén con
arena y en la arena es porque nosotros desde que nacimos hasta hoy, entre otras
cosas, no hemos parado de bailar la rumba y de construir los cimientos de los
belenes que hoy se hacen.
Comer en los
restaurantes de la playa con la familia es lo que más recuerdo de la Navidad,
nos contaba Saturnino mientras nos señalaba algunos de aquellos bares que
todavía tienen las puertas abiertas, aunque en aquel tiempo eran mucho más
pequeños que hoy, insiste al recordar. Cantar villancicos en la Iglesia era una
de las cosas que apasionaban a Carmen. Y Magnolia queriendo revivir lo contado
por Saturnino nos invitó a unas
tapas en uno de aquellos bares saltando
sobre la arena.
No habían
árboles de Navidad. Tampoco belenes. Las tartas y los dulces que su madre hacía
para esta fecha siguen siendo un recuerdo que vive en el corazón de Loli y, por
supuesto, los regalos de Reyes que eran algo muy importante, nos contó con gran
satisfacción. Desde Lanzarote ella sigue con esa tradición. Le impresiona el
trabajo hecho con el belén de arena que ha visto esta mañanas, sí bien le
parece excesivo el gasto de Navidad, con luces y demasiada comida que ha venido
en sustituir la Navidad por una fiesta al consumo.
Al terminar con
las tapas de Magnolia es María del Mar quien nos cuenta que no le gustan estas
fiestas pues le recuerda la reunión familiar que celebraban todos unidos y hoy
le falta su madre. Su ausencia es un gran borrón navideño.
Ya en la guagua
de regreso a casa, entre canción y canción y cada vez que pasábamos por un
túnel, Magnolia nos decía: pidan un deseo. Que nos saquemos la Lotería de
Navidad. Supongo que no será para hacer otro Belén de arena en su pueblo .
Hacía Belén
fuimos cargados de chocolate. De Belén volvemos cargados de alegría de
esperanza y de ilusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario