¿Me conozco a mí mismo? Pues
sí. Es una pregunta que debo hacerme de vez en cuando. Pues sí yo no me
conozco, si no sé lo que quiero en esta vida, si no sé lo que deseo, tampoco
sabré hacia dónde ir. Debo saber quién soy yo, qué me gusta de verdad, qué es
lo que me hace enfadar...
Por otra parte, si no me
conozco yo ¿cómo trato de conocer los demás? Igual esa es la razón por la cual
muchas veces no entiendo a los demás, porque ni yo me entiendo a mí mismo. ¿Cómo
pretende entender, aceptar y llevarme bien con los demás sí ni conmigo mismo me
llevo bien? Quizás por eso soy criticón, no me doy cuenta que muchas veces lo
que veo en otras es lo mismo que tengo yo.
Tengo que pararme y dedicar
tiempo a ello para aprender a conocerme. Empezar por aprender y ver lo bueno
que hay en mí. Aprendiendo a verme lo bueno también aprenderé a verme lo malo y
empezaré a aceptarme, porque también tendré virtudes y cualidades que debo
aportar y defectos que debo sanar. Y seguro que cuando alcance a ver la
magnitud de cosas buenas que tengo, con más gusto trabajaré en quitarme las
malas qué tanto me afean.
Y otra cosa importante. He de
empezar hoy está labor. Aquí estoy dispuesto a trabajar en mí para poder ayudar
a otros en la misma tarea. Y aprender que todas las personas tienen muchas
cosas buenas. Un ciego no puede guiar a otro ciego. Esto quiere decir que si yo
estoy mal no puedo guiar ni ayudar a nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario