Sí dos personas se quieren
sea cual fuere su condición, origen, nacionalidad, religión o sexo... ¿a quién
le puede molestar?
Si una o dos personas deciden
tener un hijo fuera de matrimonio o de cualquier relación de pareja... ¿Por qué
se le tiene que criticar? ¿Es que acaso se nos está exigiendo que les pasemos
una asignación económica mensual?
Y si los dos son negros, o
uno negro y ella blanca ¿por qué nos sentirnos agobiados considerando que los
negros quieren quitarnos nuestros puestos y lugares?
Y si ella decide adoptar el
estado religioso para entregarse por entero a los demás, ¿por qué intentamos
convencerla para que no lo haga y lleve
una vida "normal?
Y si la pareja falla y optan
por separarse ¿por qué tienen que contar con un reproche por parte de hacer con
lo de las cercanos?
Problemas muchos que tiene
una fácil solución con un juez; un juez llamado “conciencia” -la conciencia
personal de cada uno-. Y una norma que debería convertirse en regla de medida
universal: "No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti. No
juzgues a los demás si no quieres ser juzgado”.
En resumen, deja de hacer el
tonto y empieza a ser inteligente.
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