Cuando el sol se estaba
despidiendo y las gaviotas comenzaban a tomar vuelo hacia la costa, comenzó a
bajar las escaleras de piedra que le llevaba a orillas del mundo.
Y teniendo el horizonte de
fondo, contempló el vuelo rasante de las aves. Las llegó a ver haciendo zigzag a
contraluz del horizonte. Su madre, sin embargo, viéndolas volar, pensó que eran
sus sábanas tendidas en la azotea de su casa.
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