martes, 4 de abril de 2017

Donde hubo siempre queda

A pesar de haber compartido su vida estando atento a la realidad con sus problemas y dificultades, a pesar de todo ello, llegó un momento en que se quedó solo y no extrañaba a nadie. Estaba sin saber él mismo cómo. El cambio fue radical, pero, de repente, se acostumbró y comenzó a sentirse tan bien que incluso la vida le fue bonita.

Algunos, conociéndole de antes, piensan que las cosas de su mundo se han ido difuminando y han perdido interés para él. Pero no, es cierto que había momentos que renacían en él pequeñas espinas, pero en su corazón llevaba una carta escrita que le recordaba que había regado desiertos y hecho florecer algunas plantas.



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