El tiempo pasó. Del hoy casi ni nos dimos cuenta. El futuro, al menos por
aquí entre nosotros, no lo vivirá. No lo habíamos pensado. Pero se marchó de
repente. Si todo sucede por una razón no sabemos cuál ha sido la de este hecho.
¿Queda vacío, silencio, dolor? Sí, como en muchos casos, lo recordaremos en los
primeros días con intensidad, en la medida que pase el tiempo mucho menos. Ahí
sigue el misterio de la vida y la muerte. Ambas situaciones van limando
nuestras vidas como las piedras del río suavizan sus cantos con el correr del
agua sobre ellas. Mejor vivir con recuerdos presentes que con soledades
ausentes. Aquellos nos dan vida, estas pueden traernos fantasmas.
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