¡Oh, vida, gracias a ti que me has dado tanto¡
Gracias a la vida que cantan Alberto, Violeta, Mercedes y
otros tantos que en el mundo hemos sido agradecidos.
Gracias a la vida te conocí, nos conocimos, nos perdonamos y
nos seguimos queriendo. Ella nos ha dado un nombre que nos identifica, y con él
hemos recorrido sitios y lugares y permanecemos allí donde en buena armonía nos
dejen y dejemos. Es la vida nuestro título más preciado, mis fueros más
solemnes, mi fiesta de cada día. Por ella hemos comenzado a tener una historia,
ya sabemos hablar del ayer, e intentamos vivir el momento que a cada instante
la vida nos deja.
Ella es quien me ha permitido me confirmen viejo, calvo y
también cansado, con algunas heridas que intento no dejen huella en mi carne
y/o en mi espíritu. Al contrario, seguimos mirando hacia el horizonte y lo que
vemos no es una luna tenebrosa, ni una mezquina luz. Aquello es la estrella de
la mañana que nos espera para, contigo oh Vida, seguir andando y sembrando a
nuestro paso. Otros vendrán más tarde y serán tus posteadores.
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