Estudios recientes dicen que
los menores hijos de padres más críticos con su comportamiento, suelen tener a
la larga más problemas emocionales. Sí esa crítica se produce en edades
tempranas -cuando la autoestima del muchacho está todavía en formación- el
problema es mayor y las relaciones sociales niños podrían ser difíciles, y más
propensos a sufrir depresión y ansiedad.

Eso dicen los estudios
recientes realizados por eminentes psicólogos. La duda es si eso no nos pasa
también a los adultos. No estamos hablado de una palmadita en la espalda porque
sí. Las críticas razonadas y razonables son positivas siempre. Pero, si parten
de una valoración previa, los resultados suelen ser más positivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario