Ha llegado un día nuevo.
Nuevo quiero que sea para sentir el gusto por las cosas pequeñas, para saber
contemplar la belleza del sol, las nubes y el viento. En este nuevo día quiero
mirar con esperanza lo que otros ven perdido.
Quiero soltar la mochila que
llevo a la espalda y que no sirven para nada porque está hueca, vacía y con
material inservible.
También quiero en este día
saber agradecer las sonrisas y atenciones que me encuentro por el camino. Me
gustaría también juntarme con otros que son conscientes de que tienen un pan
para comer, un techo donde dormir, cuándo miles y millones de personas en el
mundo no lo tienen. Quiero -cómo no-
saber agradecer el haber aprendido a trabajar y el estar trabajando.
Quiero que este nuevo
amanecer tenga el mismo propósito de siempre, pero esta vez, cumpliéndolo, es
decir: amar sin medida, sin condiciones, sin peros de por medio.
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