Artículo 1
Queda decretado
que ahora vale la vida, que ahora vale la verdad, y que de manos dadas
trabajaremos todos por la vida verdadera.
Artículo 2
Queda decretado
que todos los días de la semana, inclusive los martes más grises, tienen
derecho a convertirse en mañanas de domingo.
Artículo 3
Queda decretado
que, a partir de este instante, habrá girasoles en todas las ventanas, que los
girasoles tendrán derecho a abrirse dentro de la sombra; y que las ventanas
deben permanecer el día entero abiertas para el verde donde crece la esperanza.
Artículo 4
Queda decretado
que el hombre no precisará nunca más dudar del hombre. Que el hombre confiará
en el hombre como la palmera confía en el viento, como el viento confía en el
aire, como el aire confía en el campo azul del cielo.
Parágrafo: El
hombre confiará en el hombre como un niño confía en otro niño.
Artículo 5
Queda decretado
que los hombres están libres del yugo de la mentira. Nunca más será preciso
usar la coraza del silencio ni la armadura de las palabras. El hombre se
sentará a la mesa con la mirada limpia, porque la verdad pasará a ser servida
antes del postre.
Artículo 6
Queda
establecida, durante diez siglos, la práctica soñada del profeta Isaías, el
lobo y el cordero pastarán juntos y la comida de ambos tendrá el mismo gusto a
aurora.
Artículo 7
Por decreto
irrevocable queda establecido el reinado permanente de la justicia y de la
claridad. Y la alegría será una bandera generosa para siempre enarbolada en el
alma del pueblo.
Artículo 8
Queda decretado
que el mayor dolor siempre fue y será siempre no poder dar amor a quien se ama,
sabiendo que es el agua quien da a la planta el milagro de la flor.
Artículo 9
Queda permitido
que el pan de cada día tenga en el hombre la señal de su sudor. Pero que sobre
todo tenga siempre el caliente sabor de la ternura.
Artículo 10
Queda permitido
a cualquier persona a cualquier hora de la vida el uso.
Queda permitido
a cualquier persona, a cualquier hora de la vida, el uso del traje blanco.
Artículo 11.
Queda decretado,
por definición, que el hombre es un animal que ama y que por eso es bello, mucho
más bello que la estrella de la mañana.
Artículo 12.
Decrétase que
nada estará obligado ni prohibido. Todo será permitido. Inclusive jugar con los
rinocerontes y caminar por las tardes con una inmensa begonia en la solapa.
Parágrafo único:
Sólo una cosa queda prohibida: amar sin
amor.
Artículo 13
Queda decretado
que el dinero no podrá nunca más comprar el sol de las mañanas venideras. Expulsado
del gran baúl del miedo, el dinero se transformará en una espada fraternal para
defender el derecho de cantar y la fiesta del día que llegó.
Artículo final.
Queda prohibido el uso
de la palabra libertad, la cual será
suprimida de los diccionarios y del
pantano engañoso de las bocas. A partir
de este instante la libertad será algo vivo y transparente, como un fuego o un
río, o como la semilla del trigo, y su morada será siempre el corazón del
hombre.
Thiago de Mello
Barreirinha,
Brasil - 1926
Traducción de
Pablo Neruda.
Santiago de Chile, 1964
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