lunes, 31 de diciembre de 2018

Ciclo nuevo


Le llamó la atención el título de una conferencia: la Navidad, el fin de un ciclo. Allí le recordaron que la tierra en invierno descansa. Empieza enero y las horas de luz van reconquistando las calles. Un reto nuevo se le presentaba: dominar la tecnología.

Y mientras caminaba por el Paseo Nuevo, bordeado de árboles, se fue haciendo las preguntas que el conferenciante le había sugerido para plantearse el nuevo año: ¿Cuál ha sido mi mayor logro en este año que está acabando? ¿Qué es lo que realmente he aprendido? ¿Qué es que me da energía y me motiva a seguir en aquello que he iniciado? ¿Cuáles son los desafíos que afrontar este año que empieza? ¿Qué capacidades me gustaría desarrollar entonces en este año?





domingo, 30 de diciembre de 2018

De El Palmeral a Belén


Era un grupo de trece. Objetivo: celebrar la Navidad. Nada mejor que salir de la rutina habitual. Así que a coger aire en la cara y montarse en la guagua. Destino:  Belén de arena en la playa Las Canteras. Con gorro navideño y sin parar de cantar mientras el chófer conducía la guagua que nos llevaba a nuestro destino.

Tres eran los reyes, tres nos  acompañaban: Magnolia, María del Mar y Amalia.

Salir del ambiente de cada día. Recordar algunos de los significados navideños. Hacerlo en medio de la gentes que vive en la calle.

En la Villa de Teguise celebraban este tiempo jugando al teje y la pelota, nos cuenta Carmen. Mientras nosotros nos bajábamos de la guagua haciendo grupo,  pues los mayores no somos individuos separados de la sociedad y una forma de celebrar la Navidad es que se den cuenta que existimos. Y que si hoy a ellos se les ocurre hacer un Belén con arena y en la arena es porque nosotros desde que nacimos hasta hoy, entre otras cosas, no hemos parado de bailar la rumba y de construir los cimientos de los belenes que hoy se hacen.

Comer en los restaurantes de la playa con la familia es lo que más recuerdo de la Navidad, nos contaba Saturnino mientras nos señalaba algunos de aquellos bares que todavía tienen las puertas abiertas, aunque en aquel tiempo eran mucho más pequeños que hoy, insiste al recordar. Cantar villancicos en la Iglesia era una de las cosas que apasionaban a Carmen. Y Magnolia queriendo revivir lo contado por  Saturnino nos invitó a unas tapas  en uno de aquellos bares saltando sobre la arena.

No habían árboles de Navidad. Tampoco belenes. Las tartas y los dulces que su madre hacía para esta fecha siguen siendo un recuerdo que vive en el corazón de Loli y, por supuesto, los regalos de Reyes que eran algo muy importante, nos contó con gran satisfacción. Desde Lanzarote ella sigue con esa tradición. Le impresiona el trabajo hecho con el belén de arena que ha visto esta mañanas, sí bien le parece excesivo el gasto de Navidad, con luces y demasiada comida que ha venido en sustituir la Navidad por una fiesta al consumo.

Al terminar con las tapas de Magnolia es María del Mar quien nos cuenta que no le gustan estas fiestas pues le recuerda la reunión familiar que celebraban todos unidos y hoy le falta su madre. Su ausencia es un gran borrón navideño.

Ya en la guagua de regreso a casa, entre canción y canción y cada vez que pasábamos por un túnel, Magnolia nos decía: pidan un deseo. Que nos saquemos la Lotería de Navidad. Supongo que no será para hacer otro Belén de arena en su pueblo .

Hacía Belén fuimos cargados de chocolate. De Belén volvemos cargados de alegría de esperanza y de ilusión.




Tema pendiente


Al 2018 se le ha llamado año de las mujeres. ¿Acaso sus aspiraciones se han transformado en realidad?  ¿Todo lo que ellas han reivindicado se ha convertido en leyes que cumplir? Solo la ampliación del permiso de paternidad a cinco semanas sería el avance legal. Todo lo demás sigue discutiéndose en el Parlamento, entre otras la normativa para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres.

A mi juicio, hay una cosa en la que si se ha avanzado. Las mujeres se han cansado, están hartas de aguantar. Después del 8 de marzo pasado ha surgido un sentimiento colectivo como no se había visto antes.

Pero esa conciencia en actividad no puede ser flor de un día. Aun hay muchísimas mesas de empresas que llevan la coordinación y dirección donde exclusivamente se sientan hombres. Mientras esas sillas no se muevan, mientras no cobren lo mismo hombres y mujeres por el mismo trabajo, la rutina la costumbre y lo que “siempre se ha dicho y hecho” seguirán  dominando la situación.




sábado, 29 de diciembre de 2018

Fiestas


A veces es bueno pararse y pensar si lo que hacemos es lo correcto.

Pienso, por ejemplo, en las fiestas de Navidad en las que ya estamos embarcados. Parece que hay que comprar  y gastar y que si no hay regalos, o estrena uno una ropa, o nos atiborramos de comida no hay Navidad. Cuando el verdadero regalo serías reunirnos con la gente que queremos. Regalar tiempo, cariño y compañía, debería ser lo fundamental. Y no estar preocupados por la comida del día. Arroz, lentejas, o tortilla, por poner un ejemplo este día están prohibidos. Unas fiestas que eran entrañables se han convertido en agobiantes. No hay nada que tengamos que revisar en lo que hacemos? Por otra parte Navidad nos recuerda a una persona que hizo de su vida una donación a los demás. Más todavía para PENSAR.

viernes, 28 de diciembre de 2018

En familia en El Palmeral

Oh, blanca Navidad”... Como los cabellos de quienes lo cantan.

Coro de la sagrada familia se llaman. De 50 a 70 años, forman un grupo que viven lo que cantan. Son amor en el pesebre y sufrimiento en la cruz. Es, pues, la realidad que a cada uno nos pasa.

La nochebuena se viene. La nochebuena se va y nosotros nos iremos y no volveremos más”... Pero ellos saben que no es así. La  nochebuena nos hace falta y ellos también, porque además su pelo blanco ya no se les caerá.

Todos seguimos atentos a su concierto. No solo nos sacan de la rutina sino que además nos recuerdan que todavía tenemos cosas que hacer.

Coro de la sagrada familia se llaman. Así recuerdan a todos que a lo largo de nuestra vida hemos hecho una cosa buena: hacer familia, con problemas y dificultades pero manteniendo viva la llama.

Cabello blanco y vestido negro. Así resaltan lo que es la vida en general. Un largo camino de cosas buenas que vamos regando. Es el color blanco, pero que vive con el negro: nuestros fallos, nuestros problemas y dificultades así como nuestras equivocaciones.

"Beben y bebe y vuelven a beber"... Y veremos al amor que sigue naciendo.