¿Cuánto
tiempo hace que cada uno de nosotros escuchó la palabra “justicia”? Allá de
pequeños casi siempre solíamos protestar de una acción familiar en nuestra contra,
con aquello de “esto es una injusticia”, “todas las cargas me vienen a mí”, etc.
Y en la
actualidad hay una palabra que sigue restallando de los labios de gente honesta
y es la palabra “justicia”.
En estos
días estamos escuchando cómo, desde donde se pare la justicia, nombran a un
director que intenta evitar que se declaren corruptos a aquellos que, teniendo
pruebas para ello están, sin embargo, vinculados al poder actual, dando órdenes
a la Guardia Civil para que los dejen en paz, al tiempo que escuchamos a un número
mayoritario de fiscales denunciando cómo el nuevo jefe -impuesto por el
gobierno- fractura la lucha contra la corrupción.
“Justicia”
repiten cada día cientos de trabajadores de diferentes empresas reclamando a
sus jefes la mejora de sus condiciones laborales.
“Justicia”
llevan años pidiendo la gente de la cultura a fin de que se revise el copyright.
Y está,
existe, al menos en los papeles que establece que “todos somos iguales ante la
justicia”. ¿Ante cuál?