En su segunda visita al
doctor por aquellos dolores tan agudos, escuchó, sin parpadeo, su diagnóstico
médico: No necesita cambio de medicación, la que tiene es la mejor para estos
casos. Lo que sí le recomiendo es que haga testamento. El paciente, que era
también doctor, desde que, poco después, escuchó la palabra “metástasis,”
interrumpió al compañero y, ante el escalofrío de su familia, dijo: “O sea, que
desde ahora empezaré a vivir en las cloacas, allá donde yo tampoco he podido
impedir que vayan otros”.
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