Puedes decir de él lo que te
venga en gana: que es gritón, que parece que cuando habla él solo tiene la
razón, que le gusta cruzar la frontera haciendo negocios entre amigos, que no
solo se droga, sino que también colabora en la venta conectando a unos con
otros.
Yo podría decir muchas más
cosas de él. Pero lo quiero no porque sea bueno y un ejemplo a imitar, sino
porque es mi hijo. Y te digo algo más: cuando le castigo y soy severo con él,
mi corazón también llora con el suyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario