Vallas, barreras,
muros, murallas... palabras, sobre todo realidades, que no concuerdan con aldea
global, comunidad, unidad entre los pueblos. Y, desgraciadamente palabras que
repiten gobernantes modernos. No. Ni han ido a la escuela ni mucho menos han
estudiado psicología.
Cuando un pueblo
estime que puede aprender del otro y viceversa, las barreras dejarán de tener
sentido. Solo entonces se entenderá que esas barreras han venido a ser como
maestros que nos han enseñado que si queremos ser pueblos y gente abierta a
muchas posibilidades todo aquello que nos cierre la mente a nosotros mismos hay
que superarlo.
Hagamos la
prueba a nivel personal. Tiremos las barreras, prejuicios o ideas preconcebidas
y experimentaremos campo abierto a otras nuevas posibilidades que hasta ahora ni
habíamos pensado.
Igual pasa entre los pueblos que siempre son suma
de gente.
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