Recuerdos
de nuestra vida haberlos hay, y los hay
buenos, no tan buenos y algunos
que aparecen como torpedos. Uno de ellos es cuando ante una situación
que no nos salió bien sale de nosotros aquello de “si hubiera” “si hubiera
llevado….aquel”, si hubiera sabido.
“Si
hubiera” ya ha muerto. Yo estoy en el presente y tú en el pasado. Esa es tu
condena, que ya no estás. Quédate, pues, bajo tierra que a mí me toca hoy
seguir como brote fresco que alimenta mi mundo. No ha
muerto, lo hemos matado.
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