miércoles, 28 de marzo de 2018

La noche


Se acerca la noche y, viendo las luciérnagas que brillan con luz serena, entro en casa y observo como sus rayos iluminan el paseo de la mariposa por las ramas de la planta que tu me habías regalado.

Y no valorando su belleza, sino la suya propia, la mariposa discute y se enoja con la luciérnaga. Ésta, sin complejo alguno, invita a la mariposa a dar un paseo por sus campos, habiendo quedado en hora y sitio determinado. Cuando ya la mariposa está a punto de tirar la toalla una estrella, rápida y veloz, se posa a los pies de la mariposa.

Y su belleza la deslumbra de tal manera que la mariposa, sintiéndose alagada porque todos la consideraban hermosa, hoy, baja la cabeza ante la luciérnaga y pidiéndole perdón por su vanidad se reafirma  en el principio fundamental de la naturaleza:  todos los seres vivos, siendo diferentes, somos iguales.





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