Los tiempos cambian, el tiempo
cambia. Los tiempos han cambiado. Ha llegado el cambio.
El verano para descansar. El calor ha
irrumpido en el verano. La calor no nos ha dejado pensar.
Vino el viento, lo deseábamos.
Refrescó el ambiente llevándose al calor con sus fuertes ráfagas. Y el mismo
vendaval se llevó mis papeles escritos y guardados bajo la sombrilla de la
playa. Papeles volados. Otra vez a empezar a escribir sin recordar donde había
terminado y donde comenzado.
Después llovió mucho. El césped del
bungalow se llenó de ranas y lagartijas que llegarona esconderse bajo mi cama.
No pude dormir mientras no las echaba fuera. Y cómo iba a comenzar a escribir
al día siguiente sin la cabeza bien relajada.
Los calores, vendavales, lluvias del
verano, noches sin dormir, todo ha sido como quedarme desnudo sin nada que
ponerme, como un gorrión escondido entre hojas caídas.
Y ahora al volver me doy cuenta de la
sorpresa. Traigo la mochila vacía. El viento se ha llevado las ideas y
las pocas que quedaron las consumió el verano. Y uno se pregunta quién ha
consumido las esperanzas de la gente del Sur. Vuelta a empezar. Volveremos. Los
que no tienen claro cómo encontrarse de nuevo son los de siempre como judíos y
árabes, o más bien las facciones que entre ellos mismos se hacen y rehacen
No hay comentarios:
Publicar un comentario