domingo, 22 de abril de 2018

Morir


Imágenes, como esta, que a  uno le sugiere de inmediato muerte. Muerte qué es una palabra qué  no nos gusta, sabiendo. Que  tarde o temprano nos la vamos a encontrar de compañera. Y aunque no queramos pensar en ella, es ley de vida. Nadie escapa de ella.

Es más. En muchas ocasiones la muerte es necesaria. Tiene que morir el egoísta ambicioso o interesado que está dentro de nosotros. Tiene y debe  morir el orgulloso, el avaricioso y el envidioso que pasan por la vida haciendo daño a los demás. En un jardín de vez en cuando se cortan los machos viejos, las ramas marchitas y cualquier tronco podrido. Alguien o algo deberían saber cortar esas cosas negativas que nosotros, los humanos, no solo cargamos y nos producen peso si no también con la que molestamos y a veces matamos a otro que no tienen culpa

Ha habido quienes han gustado de morir por la patria. Los hay también  quienes matan y mueren, para ir al paraíso. Lejos de estos, mencionados por ultimo, los  hay quienes, doblados como viejos mendigos, chocando las rodillas y tosiendo como viejas, prefieren salir del lodo en el que se encuentran y buscar, si lo hay,  un sitio en la “nube”, pues tanto derecho tiene la informática como las personas a buscar el lugar de reposo donde hacker alguno pueda molestar. Para ellos sería entrar en un descanso merecido.

Como dice el poeta: LA muerte, la muerte, la muerte. Trazo, racimo seco, estampa, sobre el reflejo azul del cielo quedó tu nombre .Como simple fábula del pasado, mientras que ahora a cada palabra mía es tu voz, Tus ojos a cada mirar, a cada paso tu eco quien levanta lLa sombra de mi cuerpo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario