domingo, 8 de abril de 2018

Chico y chica discuten


Discutían entre ellos:
– Aunque en la práctica, por un dominio subrealista, de vosotros a nosotras en la historia ha ocurrido lo contrario: la verdad fundamental y natural es que ninguna mujer depende de un hombre. Al contrario, un hombre depende de una mujer hasta para nacer.
- Jajaja, ya me lo dijiste todo: ¿y cómo aparece ese niño en la mujer? ¿Por arte de birlibirloque o porque el hombre ejerce de poderosa inyección que renueva el organismo de la mujer?
– vale más que no sigas, porque hasta en esas operaciones masculinas de las que hablas, siempre resulta más sencillo cambiar de hombre, que cambiar a un hombre. Así que esas echaduras machistas que algunos tenéis de que has estado con no sé cuántas mujeres, te digo lo que siento: No creo que un hombre valga tanto como para tener dos  mujeres, ni que una mujer valga tan poco como para ser la segunda.

Y ambos se rieron a carcajada limpia. Estaban ensayando una pequeña comedia para el barrio sobre quien mandaba más si ella o él, y eran tantas las chorradas que uno al otro se decían y poniendo además cara de creerse lo que decían, que la riña parecía auténtica para quien pasara a su lado.

Lo grave es que nadie de los que pasaban cerca pensó lo ridículo y pueril de los argumentos que se intercambiaba los aprendices de actores de teatro.




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