Desde hace un tiempo se lo
venía pensando: irse a vivir independiente de su mujer. En un pequeño
apartamento tampoco las cosas se harán tan complicadas. Ella, por otra parte,
no se quedará muy afectada. Tal vez por lo que puedan decir otros de dejarlo solo
con su enfermedad que avanza. Tal vez porque en sus arcas no entraba dinero
suficiente de su trabajo y necesitaba contar con los ingresos del esposo,
cuestión que ahora está mejor solucionada.
Tal como fuese, esta noche lo
ha decidido, le deja sus dos casas y una ayuda mensual, pagarle todos los meses
la luz y el teléfono de la casa. No es tan acaparador que todo lo quiera para él.
Muchas veces ha tomado esas
decisiones. Y al final, nada. Vemos como acaba mañana. Esta noche ya estaba
decidido. Me acaba de contar esperaba a que terminara de ver la película para
decírselo. Buena parte del problema la tiene él mismo. Mas la vida se presenta
así como es. Y él es consciente: “Siempre lo llevo conmigo, dice, todo es como
un tablero de ajedrez, con sus tiras negras y sus tiras blancas. No sabemos el
rumbo de todo ello el día de mañana, pero procuraré estar al quite.
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