“Son mis amores”. Así los
presentas en cualquier sitio y ante cualquier grupo de personas.
Madrugadas en vela, te ha
costado en muchas ocasiones. Pero es tanto lo que te motiva en estar con ellos
y cuidarlos que, al día siguiente, surge un nuevo día donde el esfuerzo
realizado solo sirve para que, con el tiempo y discreción, se siga abriendo tu
flor de humanidad y discreción.
Ellos se darán cuenta de que
el mundo está demacrado y buscarán las llaves que abran los candados aún
cerrados.
Tu mirada más allá de las
apariencias y de la superficialidad de una rápida visión han ido haciendo
acciones transformadoras de la realidad que, como un sueño, surgió hace ya un tiempo, de analizar los vicios de
esta sociedad para que por sus rincones y calles ésos -tus amores de hoy
extiendan- las semillas que tú has sembrado.
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