sábado, 1 de julio de 2017

No me va ese rollo de...

No soy político”, “no me va la política”, “paso de la política” “todos los que se dedican a ella son iguales” y un largo etcétera de expresiones similares son casi una fotografía de la actitud de muchos ciudadanos y que, de una manera especial, se pone de manifiesto cuando llegan las elecciones”.

¿Pasas de la política y estabas ahora mismo protestando porque te han aumentado las horas de trabajo y no te han subido el sueldo? Eso es un tema político. Todo lo que afecte al bien común que nos interesa a todos es política. Otra cosa son los partidos y su política partidista.

Y eso lo comentaba Roberto, un vecino a quien todos conocían casi por ser el único que frecuentaba la parroquia de su barrio. Partiendo de ello algunos le comentaban que la Iglesia era otro rollo parecido pues se ha metido en espacios de poder que no eran su vivienda natural, propiciando guerras de religiones hasta romper violentamente la unidad de los cristianos amenazando con la cruz a los contrarios. Digamos que compartía mesa y cena con quienes en su práctica habitual demostraban hacer todo lo contrario a lo que dice el Evangelio.


A lo que Roberto comentaba: “Sí, y eso suele ocurrir siempre que intentamos imponer la violencia doctrinal. Es algo de lo que ya hemos salido de la iglesia en un alto porcentaje. Y ahora el peligro está en otros fanatismos religiosos e ideológicos que intentan imponerse, sin que aquellos encuentren su sitio”.


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